28 de julio
Papá está sentado en la sala haciendo pajaritos de origami. Últimamente tomó la costumbre de pasarse el día haciendo animalitos de papel -grullas, sapos, mariposas, unicornios-, que luego deja tirados por todos lados. Acaba de terminar una grulla que ha confeccionado con una etiqueta de papel de chocolate. La observa con ojo crítico y luego rehace su cola hasta que quede lo suficientemente fina y parada. -Papá, ¿porqué algunas cosas se quiebran y otras se doblan? -pregunto de pronto. -¿Eh? -contesta sin prestarme mucha atención- Ah...es porque...las cosas que se quiebran tienen menos espacio entre los átomos y, como están más juntos, tienen menos flexibilidad. Las cosas que se doblan, en cambio, acomodan más fácilmente sus átomos porque son más flexibles...-contesta papá sin apartar sus ojos de la grulla. Sosteniéndola en el aire, tira de sus alas hacia los costados para darle volumen. Después, la deposita sobre la mesa junto con otros veinte animalitos más. |